- Alejandra Castillo Flores
V - Rumbo a Mondoñedo
Desperté los miedos. Los llevé en la mochila sin conocerlos mucho. Les he conversado en algún momento, olfateado otras veces y pocas veces me he sentado frente a frente.
Descubrí cuando mis alarmas se encendían.
Hasta ahora el caminar solitario me ha brindado la ilusión de coraza. Miré a los ojos el miedo a ser dañada. Y ahí estabas tú, otra vez, llamándome al encuentro.
Tuve miedo de no llegar. Me mostraste tu cruz colgada de mi cuello, concentré el paso en ti y me enterré en tu cuerpo.
Lloré mi debilidad frente a tu altar con la fe a medias, te presenté la noche mal dormida, decidí seguirte día a día.
Me empapé de miedos durante días sin saberlo, lo sentí en mis huesos. Aprendí a aceptarlos, los desnudé de a uno, les quite su reino.
