
Alejandra Castillo Flores
Estaciones
Silba
la pequeña garganta
que nadie escucha
desde la vereda.
En las copas distantes
las hojas se confunden de estación,
y hoy
se resquebrajan en marrones.
Mis tacos repiquetean
el laberinto eterno
de la vida,
y un tren
recorre sordo de punta a punta
el hierro silencioso.
Y ahí estoy yo
masticando soledades.
